Ante un nuevo caso de parcialidad laboral en nuestra profesión, hemos recibido un escrito de denuncia de una injusticia que consideramos debe tener la mayor repercusión posible.
Por eso, transmitimos el mensaje íntegro, tal y como nos lo han remitido. Que cada uno juzgue.
Quisiera llamar su atención sobre una serie de, a mi entender, graves irregularidades en la contratación propuesta en el concurso “RESTAURACIÓN Y MONTAJE DE CUATRO TAPICES DEL SALÓN DE ESTUFA Y DOS CORTINAS DEL CUARTO DEL MIRADOR DEL MUSEO CERRALBO DE MADRID”, publicado en el BOE de fecha 26/3/2016.
- Tanto el pliego como el proyecto indican que el trabajo consiste en un proyecto de restauración textil. El título del contrato indica lo mismo, y el alcance de los trabajos, así como el valor histórico y artístico de los tapices y cortinas no deja lugar a dudas, este trabajo requiere la participación de restauradores. Tratándose de tapices, podría pensarse que el trabajo lo podrían realizar artesanos tejedores de tapices, pero los pliegos especifican claramente que la metodología a aplicar es de restauración textil, no de retapizado. Pues bien: en los requisitos profesionales, de los 9 profesionales que se van a encargar de la obra, sólo se requiere que uno de ellos sea restaurador titulado. A los otros 8 no se les exige ninguna titulación oficial, sólo un impreciso “técnico en restauración de tapices”, titulación que no se cursa en ninguna escuela oficial de restauración y que no aparece entre las reconocidas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Tratándose de unos tapices del siglo XVI-XVII, y un presupuesto de licitación de 309.760€, parece un desatino que el 90% del equipo no sean restauradores. Además, al único restaurador se le requiere únicamente “experiencia acreditada”, pero no se especifica un mínimo de duración ni de categoría de los trabajos, ni de responsabilidad, con lo que ¿valdría con una experiencia de un mes?
- Sorprende que siendo los requisitos profesionales tan exiguos, sin embargo, en los requisitos imprescindibles del taller se exija un equipamiento que en España sólo dispone de él una única empresa, como es el puente de lavado. Como poco, esto va en contra del principio de libre concurrencia que debería respetar toda contratación pública, si se impone un requisito imprescindible sabiendo que sólo lo puede cumplir una empresa. Más aun siendo discutible técnicamente que sea necesario disponer de un puente para realizar el lavado de estas piezas.
- No parece ético, aunque seguramente será legal, que la funcionaria que firma el proyecto y el pliego técnico, y que supervisará la ejecución de los trabajos, sea la misma persona que ha ocupado con anterioridad un puesto responsable casualmente en la misma empresa citada en el punto anterior.
- La citada empresa tiene o ha tenido importantes deudas con la Seguridad Social y con la Agencia Tributaria, además de con sus trabajadores, lo que la inhabilitaría para contratar con la Administración. Hemos conocido por los medios de comunicación que recientemente ha recibido una importantísima aportación a fondo perdido de dinero PÚBLICO (Ministerio de Cultura 300.000€,Comunidad de Madrid 300.000€ y Ayuntamiento de Madrid 340.000€), que quizá se haya empleado para saldar su deuda con el Estado, lo cual sería de nuevo un trato discriminatorio ycontrario a la libre competencia, al no concursar en igualdad de condiciones en esta o en otras licitaciones públicas con otras empresas que sí están obligadas a cumplir con sus obligaciones tributarias por sus propios medios. Resultaría paradójico que, en caso de haber sucedido así, se hubieran utilizado fondos públicos para saldar deudas con la Seguridad Social o Hacienda, en la práctica sería lo mismo que perdonar la deuda.
Evidentemente, la empresa a la que nos referimos en este escrito es la real Fábrica de Tapices. Es lícito ayudar a una empresa en apuros, especialmente a sus trabajadores, pero no a costa de poner en riesgo bienes culturales, o saltarse la ley de contratación del estado, o perjudicar a la libre competencia de las empresas.
Espero disculpen que no de mi nombre, pero todo lo que he señalado en este escrito son HECHOS de conocimiento público, así que cualquiera podría aportarlos o comprobarlos. Yo simplemente me limito a ponerlos uno detrás de otro en este escrito, esa es toda mi aportación. Lógicamente pudiera estar equivocado en alguno de los datos recogidos, ojalá así fuera. Sólo espero que quienes tengan alguna responsabilidad en esta situación recaben la información necesaria para confirmar lo aquí expuesto y hagan su trabajo para corregirla.